Al escuchar la palabra recesión la relacionamos con cuestiones de macroeconomía. Es posible que la asociemos con factores económicos que influirán negativamente en nuestras finanzas. Por ello, es necesario conocerlos para prevenir un posible daño a nuestras finanzas personales.
La llamada estabilidad económica es el resultado de la combinación virtuosa de factores internos y externos de nuestra economía.
Aquí enlistamos algunos factores de una economía estable, para después analizar otros factores que pueden provocar una recesión:
- Factores internos positivos
Crecimiento sostenido del empleo
Autosuficiencia alimentaria
Presupuesto económico balanceado
Mercado interno satisfecho
- Factores externos positivos
Demanda de bienes y/o servicios por su calidad
Disponibilidad oportuna y/o precio
Intercambio comercial dinámico y balanceado
Demanda de servicios e instalaciones para turismo de calidad
Atención especializada al cliente
- Factores negativos:
Desabastecimiento de alimentos
Escasez de materias primas
Dificultades o imposibilidad de acceso a tecnologías y equipos
Precios de los productos locales poco competitivos
Falta de capacitación continua del personal operativo
Supervisión inadecuada
Aranceles elevados
Políticas proteccionistas
El balance adecuado de factores positivos y negaativos es lo que permite acotar al mayor enemigo del desarrollo y la estabilidad: la inflación.
Recesión: causas e historia
Cuando nos enfrentamos a circunstancias adversas como pérdida de empleos o reducción en la oferta de éstos, se reducen los índices de la población económicamente activa y los ingresos que generan; nos encaminamos primero, a una desaceleración en la producción de bienes y servicios, que fatalmente puede desembocar en una recesión.
En una recesión se afectan todos los factores productivos: las empresas, los trabajadores, los consumidores y los clientes de los bienes y servicios. Cada uno sufrirá en mayor o menor grado las consecuencias de las restricciones o pérdidas.
Las medidas que los países pueden implementar para enfrentar una recesión son complejas e incluyen entre otras, despidos o reducción de la fuerza laboral y disminución de los programas productivos con la consecuente pérdida de competitividad y precios atractivos.
Estos son algunos de los principales efectos de la recesión en nuestras finanzas personales:
- El aumento en la demanda de bienes y la inapropiada satisfacción en tiempo y calidad aumenta el costo de adquisición y afecta nuestro consumo.
- Los precios de los artículos aumentan y los costos totales de nuestros consumos se incrementan.
- La posibilidad de aprovechar nuestra disposición de excedentes de capital se reduce.
- La posibilidad de acceso a tecnologías de punta o equipos especializados se dificulta o se hacen inaccesibles.
- Nuestras oportunidades de crecimiento personal se dificultan.
¿Cómo podemos protegernos en caso de una recesión?
- Es necesario no solamente conservar el empleo, sino aumentar nuestra productividad al mismo tiempo (mejor disposición de los recursos) y conservar o incrementar la calidad de los productos elaborados y/o servicios proporcionados.
- El ahorro y la inversión inteligente de nuestros recursos nos ayudarán a sortear los efectos de una recesión en nuestro patrimonio.
- Un gasto ordenado y racional, así como un presupuesto personal balanceado se aplica exitosamente a los individuos y a las sociedades.